Lo que hay que ver...

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Es lunes y tras un fin de semana de reflexión podría escribir sobre las petrolíferas que quieren poner en canarias, o los problemas que me va ocasionando el hombro o la gran película que vi ayer Intocables,  pero no, prefiero rebobinar y reírme de todo eso que juramos un día que no haríamos otra vez o nunca, y que hoy no paro de ver por la playa

El Aparato de la Radio: Quién no ha huido cuando su abuelo o tu padre sacaba el aparato a la calle para ir escuchando las noticias o deportes mientras paseaba con sus nietos o simplemente sentado disfrutando de la tarde en la playa. Bien pegadito al oído y si tenía antena, mejor que mejor. Hoy, no son los abuelos ni los padres, son sus bisnietos los que móvil en su mano escuchan la música chunga comercial sin cascos jodiendo a todo el mundo en escuchar la música chunga esa

Cascos: Si hablamos de cascos, ¿quién hace años no juró y perjuró que nacidos los que se metían en la oreja nunca más saldría a la calle con la ridiculez de los diadema en la cabeza? Probablemente los mismos que hoy luzco orgulloso yo mis superauriculares carísimos que son mejores y suenan mejor..

 Hombreras: Cuando pasaron de moda las hombreras, quién no respiró aliviada o aliviado. Pues hoy vuelven y son muchos los que, de nuevo, se han apuntado a esta bastada. Pues de camino a mi casa por la playa he visto como dos bastas con estos ejemplares

Calentadores: No recuerdo quien lo puso de moda y cuando fue. Cuando desaparecieron nadie les echó de menos y vi a muchas reírse al verlos con ellos en sus fotos en los álbunes. Pues hoy han vuelto y con bastante seguidores.

 Los pantalones chúpame la pierna: Algunos hasta tenían una gomita al final para sujetarlos en los pies. También han vuelto y estos sí que chupan la pierna y el tobillo y lo que nunca imagine es que gente nos en el 2012, se los volveríamos a poner.

 El bigote: Hubo una época en que el mostacho era de puretas. Hoy, los más jóvenes se adornan con bigotes dignos de Guardia Civil.

 El bañadores: Los  slips, o no se como llamarlos, eran material prohibido hasta que se volvieron a poner de moda y hoy lo llevan todos los wistroles depilados que se creen que están todos fuertes.

 Las camisas de leñador: Más de uno y más de dos las quemó. Hartos de tenerlas hasta en la sopa nos parecieron lo más basto del mundo hasta que hace un par de años volvieron a colonizar nuestro armario, pues si.


Podemos seguir rebobinando. Se aceptan sugerencias.