Recuerdos, comienzo, balance 2011

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En un momento de mi vida en el que me pareció que se me hacía tarde para perder el tiempo en los recuerdos, decidí tiraros todos a la basura incluso los trofeos que había ganado. Decidí escribir una especie de  diario en el que supuse que podría rastrear luego los términos de mis problemas y así desahogarme. Puse bastante empeño durante algunos días y escribí unas cuantas páginas de aquel diario. Pero me aburrí cuando pensé que el tiempo que dedicaba a esto me impedía exponerme a vivir las cosas nuevas y estar expuesto a ellas. 

No negaré que mi resistencia a continuar con el diario fue debido también a que me di cuenta de que lo mejor que había escrito en esos días no era algo interesante  o algo emocionante, sino el mar sabor de boca que tuve al llegar de una vuelta al mundo con mi gran amigo Mickey Smith y verme que mi exnovia me había puesto cuernos con mas de un personaje. Gracias por haberlo echo de verdad. 
Así que decidí dejarlo y romper todo lo escrito y también recuerdos de mi pasado, hasta ese momento. Y seguí dejando que la vida pasara sin preocuparme de escribir, persuadido de que las cosas que son importantes se recuerdan luego sin necesidad de escribirlas. 
Casi nada es tan importante como parece. 

En realidad la vida está llena de momentos inolvidables que en vano tratamos luego de recordar. A lo mejor resulta que el diario  no hay que escribirlo para llevar cuenta de lo que nos ha ocurrido, sino para ser conscientes de lo que por suerte hemos olvidado. Lo mejor que nos puede ocurrir es que gracias a nuestra mala memoria seamos capaces de recordar aquellas cosas tan hermosas que jamás nos sucedieron. Es gracias a esa visión del pasado que tengo fresco en la memoria el recuerdo de aquellos malos momentos en los chopis de invierno en la cicer.  

Hoy en día escribo para desahogarme y porque siento que mucha gente se siente reflejada con lo que escribo. Nunca pensé que tuviera tantas visitas, tantos emails y tanta repercusión todo esto. 
Me considero muy afortunado por todo pero también, cada vez que pienso en la familia que tengo, los amigos que tengo a mi lado y sobre todo en mi chica que me despierto todo los días con esa mirada dulce de color miel.

No soy de esas personas que hacen balance  de su vida o se imponen propósitos en el cambio de año pero esta vez  necesito algo, necesito hacer una especie de cápsula del tiempo anual para ver dentro de doce meses si me recupero de la lesión, sigo igual o definitivamente tendría que dejarlo. Así que en vez de una inocentada, he decidido ponerme serio.

Para mí 2011 ha sido un buen año pese a lo malo. Sí, no me puedo quejar y no pido nada más que lo que tengo, que ya es mucho: una gran familia, una novia maravillosa (el mejor regalo de 2011), unos magníficos amigos, mucho amor y un trabajo que me permite seguir haciendo mis motivaciones personales (Visita mi Vida), y vivir con tranquilidad.